En otros casos, es la disponibilidad de recursos naturales y el consecuente desarrollo de determinadas actividades industriales el factor diferencial.
En Sudáfrica, por ejemplo, la abundancia y calidad de los minerales y otros recursos (diamantes, gas natural, uranio, metales preciosos…) hizo de la minería la principal actividad económica del país desde hace décadas. No es de extrañar, por tanto, que las antiguas normas de seguridad minera tengan una gran influencia en la normativa actual de prevención de riesgos sudafricana, además de la cultura preventiva británica, consecuencia del colonialismo del párrafo anterior, británico en este caso.
La normativa en India establece en general unos estándares de seguridad que se pueden calificar bajos si se comparan con los de otros países emergentes. Eso sí, cuando se trata de requisitos respecto de casos de grandes emergencias, utilización de productos peligrosos, la seguridad de equipos e instalaciones industriales especiales, la regulación se vuelve tremendamente exhaustiva. La especialización de la normativa India en grandes emergencias tiene su explicación en el accidente de Bhopal, 1984, uno de los accidentes industriales más graves de la historia.
En un nivel más sutil se encuentra la normativa de seguridad laboral en China. De entrada, hay que decir que la normativa laboral y de prevención de riesgos laborales china es de las más claras y coherentes a la realidad de un país.
Dentro de un sistema tan lógico, resulta aún mas chocante lo habituales que son en la normativa las referencias a los valores y pautas de conducta más básicos y apreciados en las personas dentro de la tradición y cultura china: la concepción de colectividad por encima al individuo, las obligaciones de cada persona como individuo diligente y de valores íntegros, el concepto de capacitación para el puesto de trabajo como una evolución basada en la educación o el fomento de premios y castigos ejemplares para las personas de acuerdo con los actos realizados.
Las normas en China tienen una parte de mantra.
Más que en el fondo, esta característica se observa en la forma en que están redactados los respectivos preceptos legales, con muchos términos asociados a los valores que normalmente se dan por asumidos sin tener que nombrarlos específicamente: “servicios meritorios”, “actuar imparcialmente”, “denunciar comportamientos”, “mismo trabajo, mismo salario”, “resolver conflictos de forma justa y puntual”, “respetar la ética profesional”, “establecer normas perfectas”, “propuestas racionales”, etcétera.
Resulta fascinante comprobar cómo los valores y tradiciones más básicas tratan de conservarse en muchos lugares del mundo y en aspectos tan fundamentales como las normas establecidas.
Eso sí, en el caso al menos de las regulaciones de seguridad y salud, sólo falta que se lleven a cabo en la práctica…
Fuente: Prevenblog